El señor de Castellón, un tal
Fabra,
ilustre impulsor del
aeropuerto,
para ver de enmendar el
entuerto
de su hija ha tomado la
palabra:
“Mi nena no es que esté como una cabra;
algo tiene de monster high, es cierto,
y como su talante es bien abierto,
gusta a veces soltar chanza macabra.
Pero, ¡ojo!, es buena mi Andreína,
buena, buena, más que made en la China;
y para que se vea que es verdad
afirmo con total rotundidad:
¡se ha ofrecido de veces cantidad
a ser de mi aeropuerto la madrina!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario