El pecado de Alfonso no es Juanito.
Juan Guerra es su hermano; mas por ello
culparle de sus culpas, atropello
es erróneo y, por ende, gratuito.
Sin embargo, saber que su hermanito
andaba metidito hasta el cuello
en abusos, y no soltar resuello,
¡este sí que es un triste sambenito!
Pues por ello Alfonso, Arfonsito,
vidica, no te tires a degüello
a otros cuellos y estate calladito;
recuerda lo del palo metidito
en el ojo de un parlanchín camello
¡y que no se callaba, el muy cabrito!
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