Se ve que el asuntillo es contagioso;
que, como te descuides, se te pega.
De un pícaro se pasa a su colega
de modo sorprendente o milagroso.
Verás, don Manuel Chaves, el añoso
presidente andaluz, peón de brega
del gobierno zapatero, una mega
subvención dio a su hijita, el muy rumboso.
Ahora va el señor Viera y generoso
concede a su nenita otra talega
bien repleta del euro codicioso.
Y también, como Chaves, empeñoso
anda el hombre pregonando afanoso
¡que ignora do trabaja su borrega!
No hay comentarios:
Publicar un comentario