¡Ay, por Dios, pandilla de caraduras
socialistas que gobernó La Mancha
y, entre pendoneo y manga ancha,
arramblaron con todo, los figuras!
Eso sí: olvidaron las facturas
(¡y de ellas había una avalancha!)
se ve que como especie de revancha
por el fin de su tiempo en las maduras.
Se llevaron teléfonos, jamones,
y dejaron la ducha en un despacho
con baño (¡un baño de pantalones!).
Sin embargo, alfombras sin empacho
por doquier hay tapando los montones
de trampas y abusos de estos ladrones.
¿Para esto era todo ese dinero
que pedimos prestado al extranjero?
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